Cómo presentar tus referencias laborales

Las referencias laborales de los candidatos son, en muchos casos, un requisito clave para su contratación, sobre todo para cargos que demandan mayor responsabilidad, ya que es la única forma de verificar que los candidatos tienen, efectivamente, las habilidades que dicen tener. “En un proceso de selección todo candidato anhela quedarse con el puesto de trabajo, y para aumentar sus probabilidades, con frecuencia exageran su experiencia laboral. Por este motivo el reclutador se ve obligado en verificar la información mediante las referencias”, señala Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com Colombia. 

Recuerda que, si decides contar con una carta de referencias laborales, debes tenerla preparada cuando asistas a una entrevista y nunca incluir esta información en el currículum, ya que no aporta valor en esta etapa, pero sí en los pasos siguientes. Una referencia laboral garantiza el desempeño realizado anteriormente, eso sí, siempre que esté bien redactada; si no es así, el empleador podría descartarnos.

Referencias laborales: pros y contras

Sin embargo, algunas personas opinan que las ventajas de incluir referencias laborales no superan a las desventajas de hacerlo. Entre los argumentos a favor de evitarlas se encuentran los siguientes:

  • No son necesarias en las primeras etapas de un proceso de selección. Por lo general, los reclutadores no las solicitan hasta el momento de plantear una oferta al candidato. Aunque no existe una norma general, se entiende que la mayoría de quienes participan en un proceso de selección no proporcionarán referencias hasta que no se les ofrezca un trabajo. Muy rara vez una empresa puede pedir una referencia en la etapa de entrevista.
  • Es injusto hacer circular información acerca de otras personas en línea. En redes sociales especialmente orientadas a la creación de redes de contactos laborales, como LinkedIn, es frecuente ver a profesionales que publican en sus perfiles algunas referencias laborales. Aunque les sirve para complementar al CV expuesto online, no hay que olvidar que esa información personal clave sobre otras personas que publican, se cargará en sitios web y posiblemente sea vista por cientos de personas. Esto podría dejar al individuo en riesgo de recibir llamadas no solicitadas de reclutadores menos escrupulosos.
  • Las referencias laborales pueden sobrecargar de información al empleador:al redactar el currículum hay que ser lo más breve y conciso posible para que el empelador pueda ver de un solo vistazo cuál es nuestra trayectoria profesional. Por eso, agregar cartas de referencias a la documentación que entreguemos puede ser contraproducente.

Sin embargo, dos o tres referencias sólidas que pueda proporcionar el candidato podrían constituir el factor diferencial que le posicione más cerca de obtener el puesto que desea. Las referencias laborales corroboran la experiencia que se detalla en el CV y proporcionan un tercero válido que responderá por la credibilidad del candidato. Además, gracias a las referencias laborales se puede lograr algo muy importante: demostrar que se está en línea con la cultura de empresa, por ejemplo, al probar que la ética de trabajo coincide con la de la organización de la que se espera formar parte al finalizar el proceso de selección.

En cualquier caso, cada candidato deberá decidir si pueden más los pros o los contras en lo que respecta a las referencias laborales. Si los inconvenientes pesan más y se decide prescindir de este recurso, entonces puede recurrirse a demostrar el impacto en roles anteriores, agregar logros cuantificados y respaldados por cifras siempre que sea posible o solicitar recomendaciones para aumentar el valor del perfil en LinkedIn.

Pero si nos decidimos por escribir una carta de referencias laborales, será de crucial importancia que sepas no solo cómo redactar referencias laborales, sino también a quién pedírselas y cómo hacerlo. 

¿A quién debo escoger para aportar referencias laborales?

Es recomendable que la referencia sea de un ex jefe, encargado de recursos humanos, supervisor o socio de la organización, ya que son las personas que mejor conocen tus habilidades y competencias profesionales y, por lo tanto, quienes podrán dar más detalle. Además, ofrecerán mucha confianza a los empleadores. Si has trabajado con miembros de tu familia, no los incluyas: los empleadores no se fiaran de sus referencias. 

Por otra parte, debes asegurarte de que estas referencias no sean de trabajos muy antiguos, ya que daría la impresión de que la persona no ha podido generar lazos laboralesfuertes en los empleos posteriores. Lo ideal es que sea lo más actualizado posible. En este sentido, Ricardo Garcés añade que ‘‘es muy importante aclarar tu salida del empleo anterior” de forma discreta. 

Pero, ¿y si estás en busca de tu primer empleo? No te preocupes: puedes recurrir a tus profesores, a personas con las que hayas mantenido alguna relación de responsabilidad, alguien de tu época escolar, un organizador de algún voluntario en el que hayas participado, un director de algún trabajo temporal o de algún deporte que practiques… Aunque no se relacionen con experiencia laboral, así se pueden evidenciar aptitudes relevantes como la perseverancia, la proactividad y la responsabilidad.

¿Cómo debo pedir referencias laborales ?

Antes de lanzarte a pedir referencias profesionales debes tener en cuenta un par de aspectos esenciales para que realmente funcionen. La consultora ocupacional, Mary Sherwood Sevinsky, en el sitio Careerealismaconseja seguir estos 5 pasos:

  1. Piensa en el trabajo al que te has presentado

¿Cuáles son las habilidades que empleador seguramente pida? ¿Cuál es el estilo de comunicación y la cultura de la empresa? Considera si es probable que contacten por teléfono, email o correo postal y determina en base a ello qué referencia es la más indicada.

  1. ¿Quién sería la persona indicada para hablar de las habilidades busca el empleador?

No todas tus referencias sabrán todo de tus habilidades. Probablemente solo una o dos tienen un conocimiento profundo y puedes hablar con ellos, señala Sherwood. Asegúrate de que las personas que elijas hablarán de tus competencias de forma positiva y con confianza. 

  1. Contacta con tus referencias en persona

No envíes emails y esperes su respuesta, estás pidiendo un favor, por lo que conviene que les muestres el respeto que merecen y trates de establecer una comunicación más personal para hacer el pedido, recomienda la experta. Asegúrate también que tienes la información de contacto correcta y los datos profesionales correspondientes. 

  1. Entrega a las referencias una copia del CV, tu vida laboral y la carta de referencia

Si entregas esa información a quienes vayan a redactar tus referencias, estarán mejor preparados para pensar en cómo ayudarte. Puede que ellos encuentren en estos documentos más información pertinente para agregar de las que tú les has dado.

  1. Pregunta a tus contactos si podrían dar una referencia para este nuevo puesto que buscas y si pueden escribir una carta de recomendación

Ya que estás pidiendo que te asistan como referencia, ve un paso más allá y pídeles una carta de referencia que puedas utilizar en otros empleos. Es importante que muestres reciprocidad y que te ofrezcas a ayudarlos a ellos también y actuar como referencia.

Finalmente, conviene que les escribas una carta de agradecimiento donde incluyas tus datos de contacto actuales. 

¿Cómo redactar una carta de referencias laborales?

En primer lugar,  las personas a las que hayas pedido referencias laborales deben ser sinceras. Si te escogen para incorporarte a un nuevo trabajo, todas las habilidades que dices poseer se podrán a prueba antes o después. Por lo tanto, mentir no te servirá de nada y podría arruinar tu reputación laboral. No corras el riesgo, ¡no merece la pena!

Una carta de referencias laborales debe seguir la siguiente estructura: 

  • Identificación: lo primero que se debe añadir es un membrete donde aparezcan los datos identificativos de la persona o entidad que expide las referencias. 
  • Población y fecha:a continuación debe especificarse la población desde la que se escribe y también la fecha. 
  • Saludo y presentación: el cuerpo de la carta debe comenzar con un saludo formal, por ejemplo: “Estimado señor [apellido del destinatario]:’’. Si no sabemos a quién estamos enviando la carta (por ejemplo, porque va a llegar a un departamento de Recursos Humanos), se puede utilizar la fórmula “ A quien corresponda:”. Después, se identificará la persona que escribe las referencias y su relación con el candidato. Por ejemplo: ‘‘Soy [nombre y apellido], fundador de la empresa donde el señor/señora [tu nombre y apellidos] ha estado trabajando en los último años’’. 
  • Referencias:  ahora sí, ha llegado el momento de  explicar las habilidades del candidato. Cuanto más se ajusten al perfil que anuncian los empleadores en la oferta de trabajo, mejor. Eso sí, conviene moderarse y no alabar en exceso al candidato, ya que podría ser contraproducente, y no escribir un texto demasiado extenso: uno o dos párrafos es suficiente, por lo que tendrán que ser concisos y contener solo información esencial.
  • Cierre: una vez redactadas las capacidades del candidato, debe incluirse una despedida formal, por ejemplo: “Un cordial saludo, ” o ‘‘Se despide atentamente, ’’.
  • La carta termina con el nombre de la persona y su firma.

Recuerda incluir la información de contacto (número telefónico y e-mail) de la persona que ha aportado tus referencias, por si el empleador quisiera corroborar su testimonio.

Lo más recomendable es incluir dos o tres cartas de referencias laborales para cada oferta de trabajo a la que te presentes: serán suficientes para dar credibilidad a tu currículum, y no demasiadas como para agobiar a los empleadores o levantar sospechas. 

Ahora que ya lo sabes todo sobre las referencias laborales, no esperes más. ¡Redacta una carta y aumenta tus posibilidades de empleabilidad!