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Artículo 31

Kaizen el método japonés para alcanzar el éxito

Es posible que hayas oído hablar alguna vez del método kaizen o simplemente kaizen. Tanto si te gusta la filosofía japonesa y oriental como si buscas nuevas técnicas para alcanzar grandes metas, es seguro que este medio te puede interesar.

A veces, cuando alguien afronta un gran proyecto, puede sufrir el riesgo del vértigo. Podría suceder al enfrentarse a una carrera universitaria, en especial, si es célebre por la dureza de su temática y materias.

También podemos sufrir cierta inquietud cuando queremos cambiar hábitos muy interiorizados dentro de nosotros mismos, al comenzar con un nuevo empleo o en decenas de situaciones complejas a las que nos exponemos en la vida.

Sea como fuere, si tienes algo por delante a lo que hacer frente y no sabes cómo, recuerda que el kaizen se rige por un principio: comienza a introducir en tus rutinas pequeñas mejoras continuas una tras otra en lugar de afrontar el todo como un gigantesco cambio.

En qué consiste el método kaizen

Este término japonés, en realidad, engloba una filosofía, una forma de pensar. la propia palabra significa mejora o cambio beneficioso, algo así como una mejora continua y constante.

Hoy en día, la aplicación práctica del método se reduce a las siglas MCCT, que quieren decir mejora continua hasta la calidad total. Esta acepción se produce, sobre todo, en el mundo profesional de la industria y el planeta mercantil, donde las empresas buscan la máxima calidad y el rendimiento óptimo aplicando esta filosofía para potenciar sus sistemas productivos. 

No obstante, es perfectamente aplicable a cualquier aspecto de la vida. Si quieres ponerte en forma e ir al gimnasio más a menudo, si deseas estudiar a diario o comenzar a ahorrar, no lo afrontes como un todo, sino como una serie de pequeñas metas hasta alcanzar un final mayor.

Los principios del método

Una vez aplicamos este método japonés, sus principios son siempre los mismos y se resumen en un punto importante, las pequeñas mejoras continuas son más efectivas que hacer un cambio grande que nos pueda superar.

Según los preceptos del kaizen, el poder de una persona se ubica en su capacidad para superar la respuesta natural al miedo. De esta forma se pone fin a un impulso primario tendente a la procrastinación.

A cambio de dar este pequeño paso, al que seguirá otro, y luego otro… de forma indefinida hasta alcanzar una gran meta, se obtendrá como triunfo final un gran cambio que se ha realizado de manera progresiva y continua en el tiempo, logrando un impacto mucho mayor.

Y es que, el gran impacto del método se mide en dos mejoras principales:

  • Los cambios pequeños implementados acaban por convertirse en hábitos.
  • Los resultados generados acaban por ser permanentes.

Imposible fallar en algo pequeño

La virtud del método radica en un aspecto. Afrontar un gran cambio produce miedo e intimidación, lo que podría llevarnos a fallar de forma definitiva.

Sin embargo, afrontar cambios nimios no produce ese efecto. Es decir, el reto es demasiado pequeño como para fallar. Cada acción de mínimas dimensiones que superamos evita que se produzca el efecto bola de nieve.

Podemos poner muy diversos ejemplos de aplicación del método. Por ejemplo, a la hora de afrontar la lectura de un libro. Puedes elegir leer 300 páginas en dos días, o leer una página por día hasta que lo acabes. ¿Cuál de las dos posibilidades será más llevadera?

Otros ejemplos interesantes los encontramos en los estudios. Elige entre lanzarte a preparar un examen en dos días, o hacerlo de forma progresiva durante todo un cuatrimestre. En el gimnasio, puedes empezar con una semana al máximo, o avanzar progresivamente dedicando unos minutos diarios durante varios meses.

El método kaizen es fácilmente aplicable por cualquiera. Así que, si te cuesta afrontar retos complejos, tal vez esta sea una buena solución para tu caso.

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Artículo 30

Horario de estudio: ¿cómo organizar el tiempo para que sea efectivo?

¿Cuál es la forma ideal de organizar tus horas de estudio?

Sabemos que quieres ser constante. Y también sabemos, igual que tú, que la constancia necesita de un tiempo y unos horarios estructurados. Solo de esta manera se consigue aprobar con holgura, sin necesidad de atracones de estudio de última hora que no te hacen bien. Si realmente quieres conseguir crearte un hábito de estudio que te ayude a obtener mejores calificaciones, lo mejor es que crees tu propio horario.

¿Por qué no evitas todas esas distracciones que tienes a tu alrededor? Adiós a tu celular, a la pantalla del tablet encendida e incluso a la música. Al menos por el momento lo mejor será que minimices cualquier tipo de estímulo más allá de tus anotaciones.

Hemos hablado de un hábito de estudio ¿verdad? Porque seguro que la experiencia te ha dejado claro que estudiar únicamente en época de exámenes no es la mejor solución. Ha llegado el momento de que lleves a cabo una organización del tiempo diario para crear tu propio horario. Puede que ahora mismo te suene exagerado, pero ten por seguro que te ayudará a que todos esos exámenes que siempre se juntan parezcan menos intimidantes. Si realmente estás convencido de planificar tu tiempo, verás como todo será cuestión de sentarse y estudiar. Con un horario bien definido podrás encontrar momentos para todo, tanto para estudiar como para hacer ejercicio o distraerte con tus amigos.

Pero centrémonos en lo principal. Necesitas crear tu horario de estudio y necesitas ser realista. 

  • ¿De cuántas horas puedes disponer al díapara estudiar? Piensa en todo lo que debes hacer a diario y encuentra esas horas realmente útiles para tu propósito.
  • ¿Las tienes ya? Ahora que las sabes, debes tener en cuenta cuántas asignaturastienes que estudiar, así podrás dividir tu tiempoentre ellas.
  • ¿Y si te aburres estudiando todas las semanas las mismas asignaturas a las mismas horas? Simplemente cámbialas.
  • Eso sí, intenta no estudiar más de hora y mediala misma asignatura: correrás riesgo de saturarte y no asimilar nada. Además si tienes asignaturas con ejercicios prácticosintenta alternarlas con las puramente teóricas.

Como ves, crear el horario es algo muy sencillo. Lo más complicado es tener verdadera voluntad y cumplir con él a diario. Antes de que comiences con tu rutina, tenemos unos últimos consejos para ti.

7 errores más comunes en la organización del tiempo

  1. Sobrecargarse de proyectos. Si te cuesta decir que no a nuevos pedidos, trabajos, proyectos o actividades, probablemente te hayas visto sobrecargado de compromisos más de una vez. Hacer demasiado es una práctica muy poco eficiente, ya que no te permite concentrarte en las tareas más importantes de la forma en que merecen.
  2. Enamorarse de “estar ocupado”. A muchas personas secretamente les encanta correr contra el reloj, llenarse de tareasy trabajar bajo presión. Les emociona y llena de adrenalina. Les gusta estar ocupados todo el tiempo, y también poder decirlo. Aunque estas personas “trabajadoras compulsivas” parezcan increíblemente productivas, lo más probable es que sufran estrés y un deterioro en la calidad de su trabajo.
  3. No fijar metas. Tener metas específicasy accesibles es esencial para organizar tu tiempo de manera eficiente, ya que te permite tener una idea de aquello que quieres lograr. Esto te hará más sencillo descubrir qué pasos debes tomar para alcanzarlas, así como diferenciar entre las tareas prescindibles y las que realmente contribuyen con tus objetivos.
  4. No priorizar las tareas. A veces las tareas que parecen ser más urgentes nos quitan tiempo para las que son realmente urgentes. Por este motivo, es necesario saber diferenciar qué tareas puedes delegar y cuáles debes hacer tú mismo, y en qué momento las debes hacer.

Un truco útil es emplear el método Eisenhower, que consiste en dividir las actividades pendientes en:

  • “urgentes e importantes”, que debes realizar ahora mismo
  • “importantes pero no urgentes”, para las que debes asignar una fecha y hora
  • “urgentes pero no importantes”, que puedes delegar a otra persona
  • “ni urgentes ni importantes”, que debes eliminar por completo de tu día
  1. Rendirse a las distracciones. Si sumas los minutos que dedicas a tareas que interrumpen tus horas de trabajo o estudio, probablemente el resultado te asuste. Si sientes que esta afirmación te identifica, probablemente te estés dejando distraer por tu teléfono, el correo electrónico, tus compañeros o las redes sociales más de lo que te conviene. Sigue estos tips para eliminar las distracciones de tu vida.
  2. No realizar una lista de tareas. Elaborar una “To Do list”con las tareas pendientes para ese día, semana o el período de tiempo que prefieras es muy útil para prevenir olvidos, organizar el tiempo y priorizar tareas. Además, tachar las actividades completadas puede ser muy satisfactorio.

Una recomendación clave, a la hora de realizar listas de tareas, es que cada ítem debe corresponder a una actividad específica. Si anotas “comenzar el ensayo” te enfrentarás a una propuesta demasiado vaga y es muy probable que pierdas la motivación antes de empezar. En su lugar, anota algo específico, como “escribir dos párrafos introductorios” y, si así lo prefieres, establece una hora límite para completarlos. De esta manera, tus metas parecerán mucho más accesibles y una vez que hayas comenzado, continuar será más sencillo.

  1. Procrastinar. Procrastinar es dejar para el último minuto posible las tareas que bien podrías estar realizando ahora. ¿El resultado? Estrés y un latente sentimiento de culpa. Si quieres luchar contra esta tendencia, prueba lo siguiente:proponte a ti mismo realizar la tarea pendiente por tan solo 5 minutos.De esta manera, lo pendiente no parecerá algo inaccesible y monumental, y una vez que empieces probablemente quieras continuar con tu labor hasta terminarla.

¿Cómo debes organizar tu tiempo en época de exámenes?

¿Y como debe ser la organización del tiempo una vez has llegado a los exámenes? La época de exámenes, tan esperada como temida por los estudiantes, pueden implicar una verdadera revolución en la agenda, ya que hay que organizarlos con cuidado.

La necesidad por aprobar y obtener buenas calificaciones muchas veces lleva a establecerse largas jornadas intensivas de estudio, eliminando el descansodescuidando la alimentación y, básicamente, anulando toda tarea que no se vincule al estudio.

En realidad, la ciencia ha demostrado que este camino, que a simple vista puede parecer el más adecuado, es completamente incorrecto. Tienes muchos exámenes que aprobar y es entendible que por ello pienses en estudiar todo lo que puedas para superarlos. Lo cierto es que si te dedicas únicamente a repasar durante horas, no lograrás retener los conocimientos de forma adecuada, ni demostrarás mayor eficiencia durante los exámenes.

En su lugar, lo que necesitas es organizar tu tiempo de estudio pero planificando además momentos sin estudiar, en los que te dediques a otro tipo de actividades que indirectamente pueden contribuir con tu estudio y ayudarte a sentirte mejor durante estos días largos y agotadores. Algunos ejemplos de actividades que debes tener en cuenta a la hora de organizar tu tiempo en época de exámenes son:

  • Alimentarte: estableciendo pausas adecuadas para cada comida, y evitando así saltarse estas etapas.
  • Dormir: estar bien descansado te ayudará a concentrarte mejor, sentirte más relajado y reducir el estrés.
  • Disfrutar: escuchar música, dar un paseo, ver algo de TV; cualquier actividad que te permita una pausa en los estudios será de utilidad.

Hacer deporte para potenciar la memoria

Cuando piensas en estudiar para los exámenes y en organizar tu tiempo, instintivamente dejas poco margen de tiempo para otras actividades saludables y necesarias. Pero de hecho, esto es un error y la ciencia lo demuestra al señalar los beneficios del deporte para la memoria.

De acuerdo a un reciente estudio realizado por investigadores del Instituto Donders de la Universidad Radboud (Países Bajos) y la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), y publicado en Current Biology, practicar ejercicio físico cuatro horas después de estudiar mejora la memoria y aumenta la actividad del hipocampo. Es decir, potencia el recuerdo de lo aprendido y consolida de mejor forma lo estudiado.

¿Qué quiere decir este estudio? Que así como al organizar tu tiempo de estudio no deberías olvidar los momentos para descansar, realizar actividades de ocio alimentarte; tampoco deberías eliminar la actividad deportiva de tu rutina. Todo lo contrario: deberías comenzar a proponerte hacer ejercicio un rato después de estudiar para asegurarte de aprender mejor.

Consejos para ser más productivo en tu horario de estudio

Planifica tus horarios de forma realista

Planificar tus horarios es fundamental si quieres organizar tu tiempo de forma más eficiente. Esto no quiere decir que llenes cada rato libre de tu calendario con la palabra “estudiar”, ya que no es realista, y es necesario dejar tiempo para las tareas cotidianas, el cuidado de la salud, la vida social y el entretenimiento.

Se trata de encontrar esos espacios de tiempo, que de otra manera pasarías sin hacer nada y convertirlos en tiempo útil. Por ejemplo: 

  • si tienes una hora libre antes de ir a clase, aprovéchala para realizar tareas domésticascomo ordenar tu habitación o lavar tu ropa
  • si tienes tiempo entre clases, aprovéchalo para chequear tus correos, leer material relacionado a alguna de tus asignaturas o repasar una tarea con un amigo mientras se toman un café.
  • En cuanto a las tardes y las noches, asigna algunas como “tiempo libre” para hacer lo que más te guste, pero las otras deberían estar marcadas como tiempo para estudiar, realizar los trabajos de clase o repasar los apuntes.

Si a la hora de enfrentarte a una tarea la cantidad de trabajo que tienes por delante te resulta aterradora, lo mejor que puedes hacer es subdividir esa gran tarea en pequeñas tareas que realmente puedes completar. Por ejemplo, si lo que tienes que hacer es escribir un ensayo académico, destina el primer día a alcanzar objetivos manejables como: “encontrar tres artículos de referencia”, “subrayar las secciones útiles” y “realizar un boceto de la introducción”. Una vez logrado cada objetivo, táchalo de tu lista y recompénsate de alguna manera, ya sea con un rico café, un chocolate o una caminata.

Aprovecha al máximo tus apuntes de clase

Tomar buenos apuntes (y no olvidarlos después), es sumamente útil a la hora de estudiar para un examen y obtener buenas calificaciones.

Para que no queden en el olvido, una vez terminada la clase repasa los puntos clave, identifica tus dudas y despéjalas. Unos días después, repasa tus notas y realiza un mapa semántico o resumen con los puntos principales. Procura, además, tenerlos bien organizados y no desperdigados en distintos cuadernos, carpetas y páginas sueltas. Cuando tengas que estudiar para el gran examen final lo agradecerás.

Conoce el momento y lugar en que rindes más

¿Te concentras mejor en las mañanas o en las noches? ¿Prefieres estudiar en lugares completamente silenciosos o con ruido de ambiente? Es importante que conozcas cómo y dónde rindes mejor y destines esos momentos del día para dedicarle a tus tareas académicas. Lee estos consejos para aprender cómo y dónde estudiar.

Cuida tu salud

Si quieres obtener buenas calificaciones y pasar un buen rato en la universidad, es fundamental que cuides tu salud, tanto física como mental. Asegúrate de mantenerte activo, alimentarte de forma balanceada y dormir lo suficiente, sobre todo en época de entregas o exámenes. No abuses de la cafeína ni del alcohol. En su lugar, recurre a energizantes naturales. No descuides tu salud mental. Si te sientes demasiado estresado por algún motivo, busca ayuda.

No desperdicies el tiempo

La mayoría de las personas optan por descansar entre clase y clase. No caigas en esto. Utiliza el tiempo para revisar los apuntes de la clase, estudiar, preparar una merienda saludable o hacer ejercicio. De este modo mantendrás tu mente despierta.

Tómate el tiempo de estudiar para cada clase

Estudiar a diario es importante y si estableces un tiempo para hacerlo, podrás planear en base a ello. No te sobre exijas, es mejor estudiar para un examen con tiempo, con días de antelación. Todos aprendemos a distintos ritmos, algunos pueden estudiar por partes y comprender la idea global, otros estudian todo junto. No importa el tiempo de estudio o la cantidad, siempre que comprendas el material y tengas la confianza suficiente en ti mismo para aprobar tus exámenes.

Realiza una nueva actividad

Si bien esto puede hacer tus días más agitados, te ayudará a esforzarte y ser más consciente de la manera en que organizas tus tiempos. Apreciarás más el tiempo.

Evita las redes sociales

Es lo más adictivo en lo que puedes incurrir cuando utilizas el ordenador, por lo que intenta no caer en ello hasta que termines de estudiar o de realizar las tareas de clase. Además suelen hacerte descuidar tus actividades académicas por reconectarte con viejos amigos. 

Utiliza una agenda o calendario en el móvil

Tu vida se encuentra mucho más organizada cuando sabes precisamente lo que debes hacer y lo que deberás hacer más adelante.

No te estreses

En lugar de pasar el día repitiéndote a ti mismo que tu vida es demasiado estresante, ponte a trabajar. De ese modo las horas de ocio llegarán más rápido.

Descubre cuál es tu método de estudio y cómo ser más productivo

El ruido de fondo y la música pueden afectar seriamente tu concentración y capacidad de retención. Si quieres rendir más intenta evitarlos. Otra herramienta de gran ayuda son los compañeros de estudio. No sólo puedes compartir apuntes, ideas y conocer gente nueva, sino que además si eres un poco holgazán, saber que tu compañero viene a estudiar te motiva.

Ahora solo queda que organices tu tiempo y realices un horario de estudio siguiendo estas pautas que te recomendamos ¿Tienes ya listo tu horario? ¡Es el momento de estudiar!

 

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Artículo 29

Hacer ejercicio evita los problemas más frecuentes de los universitarios

Ingresar a la universidad significa muchas veces un cambio radical en la vida de muchas personas. Son grandes mudanzas que afectan el nuevo entorno, así como también  la presión para obtener el éxito, horas dedicadas a estudiar, diversión nocturna, entre otros.

Según estudios realizados por expertos nutricionistas de la universidad belga de Gante, los estudiantes universitarios tienden a engordar debido a la vida agitada, el elevado consumo de comidas chatarras y al persistente sedentarismo.

Esta problemática trae consigo consecuencias que son muy comunes entre los jóvenes universitarios. A continuación te presentamos las más frecuentes:

Aumento de peso

De acuerdo a un estudio realizado por Kids Health, un estudiante universitario gana en media de 1 a 2.7 kg en los primeros dos años de la universidad. El aumento de peso se da generalmente por la falta de administración del tiempo para comer. La nueva rutina lleva al estudiante universitario a ingerir colaciones rápidas y prontas, que no siempre son saludables.

El estrés es un factor que también puede ser asociado al aumento de peso muy común en los primeros años de la universidad.

Desvinculación del grupo social

Así como el aumento de peso, la desvinculación del grupo social también es común en los primeros años de universidad, debido a la gran carga de estudios y a la falta de administración de los tiempos.

Randall S. Hansen, consejero deportivo, aconseja a  los estudiantes universitarios que se unan a equipos deportivos de la universidad, grupos de danza o a cualquier otro grupo que tenga los mismos intereses para facilitar la convivencia social y ayudar a controlar el peso.

Malas calificaciones

Mejorar la calificación es uno de los beneficios cuando se hace ejercicios físicos y se mantiene el peso según un estudio publicado en 2010 en The New York Times. El estudio afirma que practicar ejercicios mejora la calificación del alumno universitario.

Dicho estudio fue realizado con 250 estudiantes universitarios de la Universidad Estatal de Saginaw en Michigan. La investigación constató que los estudiantes que realizaban ejercicio mantenían calificaciones positivas y mayores que los estudiantes que no lo hacían.

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Artículo 28

Hacer ejercicio en casa: 4 tips y 7 apps

El confinamiento en Colombia por causa del COVID-19 se extenderá, al menos, hasta el 13 de abril. Para paliar los posibles efectos perniciosos del tiempo limitado al aire libre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer ejercicio en casa.

El Decreto número 457 establece el aislamiento preventivo como medida para luchar contra la pandemia. Esto significa que habrá muchas personas sanas que se queden en sus hogares en cuarentena.

El cierre de centros de acondicionamiento físico y otros lugares donde las personas están normalmente activas y la obligación de quedarse en el domicilio por períodos prolongados puede suponer un desafío importante para mantenerse físicamente activo, aunque no impide que todos los colombianos puedan hacer ejercicio en casa.

¿Cómo hacer ejercicio en casa durante el periodo de confinamiento por coronavirus?

La OMS recomienda dos horas y media de actividad física de intensidad moderada o una y cuarto de alta intensidad por semana. También sugiere que pueden combinarse ambas, algo que puede lograrse incluso en el hogar, sin equipo especial y con espacio limitado.

Para hacer ejercicio en casa, mantenerse activo y reducir el comportamiento sedentario mientras se está en casa en cuarentena, la Organización recomienda:

  1. Intercalar actividades sedentarias con actividad. Periodos breves dedicados a bailar, jugar con niños y realizar tareas domésticas como la limpieza y la jardinería son formas alternativas de mantenerse activo en el domicilio, y no requieren una condición física determinada. Quedan, por tanto, al alcance de todos los colombianos.
  2. Apuntarse al entrenamiento en línea. Hacer ejercicio en casa es más fácil gracias a internet.La tecnología móvil se alía con nuestro propósito de vida saludable poniendo a nuestra disposición toda clase de sesiones de ejercicios online, muchas de las cuales son gratuitas. En Infobae se recomiendan algunas aplicaciones, como las siguientes:

A ellas habría que sumar apps para hacer ejercicio en casacomo “abdominales en 30 días”, “Track Yoga” o “FitBitCoach”.

  1. Caminar. Sí, también se pueden dar paseos dentro del hogar incluso en espacios limitados. Recorrer el pasillo de arriba abajo mientras se habla por teléfono, mover el sofá al centro de la sala y pasear alrededor mientras se ve la televisión o ir caminando por todas las estancias de la casa durante quince minutos un par de veces al día son opciones al alcance de cualquiera.
  2. Tratar de estar de pie la mayor proporción de tiempo que sea posible.Es complicado estar en casa y no sentarse en el sillón favorito o tomar un café sentado a la mesa. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo extra para reducir el tiempo sedentario siempre que sea posible. Lo ideal sería poder interrumpir el tiempo sentado y reclinado cada media hora. Un consejo extra que brinda la OMS es que, durante el tiempo libre sedentario, se prioricen las actividades cognitivamente estimulantes, como la lectura, los juegos de mesa y los rompecabezas.

Además de hacer ejercicio en casa hace falta relajarse para continuar estando serenos y en calma. Practicar el yoga y la meditación puede ser buena idea y el complemento perfecto a otras actividades de mayor exigencia física. Pero, para preservar nuestra salud, también es importante recordar comer sano y mantenerse hidratado.

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